¿Qué es la Ley de Protección de Datos?
La Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, conocida como LOPD, tenía como objetivo principal garantizar y proteger todo lo referente a datos personales, libertad pública y los derechos fundamentales tales como el honor, la intimidad o la privacidad. Esta ley orgánica fue derogada tras la entrada en vigor de la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales. LA finalidad de esta última es la de proteger la intimidad, la privacidad y la integridad de todos los individuos en base al artículo 18.4 de la Constitución Española
La Agencia Española de Protección de Datos es la encargada, junto a las Agencias de carácter autonómico en Cataluña y País Vasco, de controlar el cumplimiento de dicha normativa.
La Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales
Como ya hemos adelantado, la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales fue la sustituta de la antigua Ley Orgánica 15/1999. El objetivo principal era el de adaptar la legislación española a la normativa de la Unión Europea. Por tanto, debía seguir los preceptos definidos en el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). En general establece los requisitos y obligaciones de las empresas en base a la información personal y a los derechos tanto de los usuarios como de los consumidores.
Al fin y al cabo, la evolución en las tecnologías ha provocado que la Ley Orgánica inicial haya mutado significativamente, adaptándose a dichos cambios. Por tanto, se modifican los requisitos en torno a la obtención de información, así como a su tratamiento y distribución.
Además de todo ello, es necesario conocer los nuevos derechos digitales que se establecen para adaptarse a las exigencias de esta nueva era digital, como el derecho a la neutralidad en internet o a la protección de menores, entro otros. ¿Sabes que también se recoge en esta ley el derecho a la desconexión digital de los trabajadores?
Lo cierto es que la Ley de Protección de Datos es esencial para garantizar los derechos de todas las personas, pero especialmente la última actualización de la misma ha permitido orientar y adaptar estos derechos también al ámbito digital. Sin embargo, es tremendamente difícil cumplir al pie de la letra con la normativa de protección de datos en todos su flancos por parte de las empresas, pero es necesario tomar precauciones para evitar el uso fraudulento de datos de usuarios, trabajadores o clientes y evitar así las sanciones, que pueden alcanzar los 20 millones de euros o entre el 2 y el 4% del volumen del negocio anual global.